Entre el 17 de septiembre y el 3 de octubre, Múnich celebra la edición número 183 del festival de cerveza más grande del mundo: el Oktoberfest. Las cifras, superlativas, hablan por sí mismas: 15 grandes carpas en las que más de 100 000 personas beben cerveza juntos; hasta 8 millones de malta se consumen cada año en el recinto del festival, durante dos semanas. Se estima que casi 6 millones de visitantes pisarán el Wiesn durante estos días, en un evento único en el mundo que atrae a Múnich a personas llegadas desde todos los rincones del planeta.
Esto se traduce, lógico, en grandes aglomeraciones de gente; en largas esperas, en las horas punta, para conseguir acomodo en una carpa, entre otras incomodidades para el viajero. Igualmente, el consumidor ha de pagar el peaje de participar en tal macroevento: el litro de cerveza en Oktoberfest cuesta este 2016 unos 10,5€, mientras en cualquier cervecería de la ciudad raramente supera los ocho euros.
Sea como sea, Oktoberfest es un lugar digno de ser visitado, un imprescindible para el turista que llega a Múnich en estas fechas, pero es cierto que no el único plan cervecero posible. En este post, nos proponemos presentar algunas ideas que pueden servir a modo de plan alternativo:
Visitar las cervecerías míticas del centro (incluida la Hofbräuhaus)
La ciudad vieja muniquesa acoge algunas cervecerías históricas donde el ambiente bien merece una visita. Este paseo cervecero, de la mano de un guía en un tour con Bayern a medida, o bien por libre, podría arrancar perfectamente en la Hofbräuhaus. Este mítico local, en cuyas salas han tenido lugar veladas históricas, es seguramente el más conocido de todos. Igualmente interesantes sería realizar una parada en la Weisses Bräuhaus, especialmente para desayunar una weisswurst con una cerveza de trigo, o en la Augustiner de la Neuhauser Strasse.
Visitar las instalaciones de Spaten, Löwenbräu y Franziskaner
Lamentablemente, con el traslado de su fábrica Paulaner ha puesto fin a las visitas guiadas en su interior. Por contra, la fábrica de Spaten (donde también se produce Löwenbräu y Franziskaner) todavía las mantiene por el interior de las instalaciones. Son en alemán e inglés, pero merecen la pena. Bayern a medida puede organizar una visita para grupos, los viajeros individuales pueden sumarse a las visitas regulares que ofrece la fábrica los sábados. Cuestan 19€ por persona, con cata incluida.
Conocer la historia de la cerveza muniquesa y el Oktoberfest
No es el mejor museo de la ciudad, es más bien una instalación modesta y algo obsoleta, pero puede resultar igualmente estimulante. Hablamos del Museo del Oktoberfest y la Cerveza, situado en un edificio medieval del centro. Con la info en alemán e inglés, esta instalación presenta la historia de la producción de cerveza en Múnich, así como de la gran fiesta que nos ocupa, el Oktoberfest. En su pequeña taberna ofrecen catas de los diferentes tipos de cerveza Augustiner.
Catar una cerveza muniquesa diferente…
A tenor de lo que vemos en el Oktoberfest, y en la calle, parece que en Múnich solo existen seis marcas de cerveza: Augustiner, Hacker-Pschorr, Hofbräuhaus, Löwenbräu, Paulaner y Spaten. Pues no, existe algún proyecto más, interesante. Uno de ellos, el que más ha prosperado recientemente, es el de Giesinger Bräu. Esta cervecería diferente, familiar y de barrio, dispone de un acogedor restaurante junto a su fábrica en la barrio de Giesing. Su gama de cervezas, además de muy lograda, se puede degustar gracias al programa de catas que ofrecen en el local. La comida, muy buena.
Ver Oktoberfest desde el aire
Vistas con perspectiva, solemos comprender mejor las cosas. Para ello, una buena idea es subir al mirador de la torre de San Pablo, la iglesia neogótica situada a escasos metros del recinto. Especialmente recomendable al atardecer.
*Si quieres disfrutar de todos estos atractivos, y no quieres hacerlo solo ni perder detalle, consulta con nosotros la organización de una visita guiada privada a medida. Escríbenos sin compromiso a info@bayernamedida.com.