A menudo conocido como el lago de los cuatro países, el lago de Constanza es el tercer lago más grande de Europa central, con 536 km². Sus aguas bañan Austria, Suiza y los länder alemanes de Baviera y Baden-Wurtemberg.
Por suerte para sus habitantes y pese a su ubicación a los pies de los Alpes, ofrece un clima amable que no solo acompaña para la producción intensiva de frutas y hortalizas, sino para el disfrute turístico de la región.
A escasos 200 km del aeropuerto de Múnich, puerta de entrada y salida ideal para el viaje hispano, el Bodensee (así se denomina el lago en alemán) ofrece numerosos pueblos y ciudades encantadoras, castillos y viñedos, pequeñas islas cargadas de sorpresas, un patrimonio histórico único… (alberga varios elementos Patrimonio de la Humanidad).
Además, se trata de un destino ideal para ser combinado con circuitos por el sur de Alemania, a través de la Selva Negra, Baviera, o de ambos. También es ideal para circuitos por Suiza o a través de las regiones alpinas de Austria, Voralberg y Tirol.
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En cuanto a los atractivos de la región, son innumerables. Entrando por Baviera encontramos la preciosa ciudad de Lindau, situada en una isla septentrional. Es un fantástico punto de acceso, no solo por su puerto y embarcadero, sino por el encanto de la ciudad histórica en sí.
No muy lejos de allí, tras superar colinas imposibles de cerezos, manzanos y viñedos, accedemos a la región de Baden-Wurtemberg. Entre los pueblos más bonitos de este extremo de lago seguramente haya que destacar a Meersburg. Se trata de una villa de cuento protegida por un castillo y enclavada entre un promontorio y el lago.
Entre las curiosidades de la cara norte del lago, el museo de los palafitos, viviendas y otras construcciones en madera directamente sobre el agua. En el caso del Lago de Constanza, los palafitos están presentes desde la Edad de Bronce. El Museo de los Palafitos en Unteruhldingen es una parada obligatoria para conocerlos mejor. Los palafitos de la zona son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En cuanto a los atractivos de la cara sur del lago, en la parte alemana tenemos la ciudad histórica de Constanza merece un día completo. Es punto de inicio además para excursiones únicas, como Mainau, la llamada Isla de las Flores, o la isla eclesiástica de Reichenau, declarada Patrimonio de la Humanidad.
En territorio suizo, en las inmediaciones del lago, tenemos las ciudades históricas de San Galo, cabecera de región, o la fantástica Stein am Rhein. No muy lejos de allí encontramos las cataratas del Rin, en Schaffshausen.
Sobre a la parte de Austria, ofrece la ciudad de Bregenz, capital de Voralberg, y lugar de acceso a los Alpes homónimos.
Un gran número de lugares por descubrir, al gusto del consumidor: cómodamente en el asiento de una minivan, desde el mirador de proa de una embarcación lacustre, sudorosamente feliz al mando de una bicicleta… Pero, sin duda, de la mano de Bayern a medida.
